Todos los braquiópodos poseen unos rasgos generales comunes, si bien podemos hacer una clasificación de ellos, atendiendo a la estructura de la concha y al mecanismo de articulación de las valvas, en: Inarticulata y Articulata; éstos últimos constan de una charnela formada por un par de dientes y fosetas que engranan entre sí limitando el movimiento de apertura y cierre de las valvas.

Los Braquiopodos se desarrollan desde el Cámbrico hasta nuestros días. Durante el paleozoico forman uno de los filums más importantes, aunque con la crisis Permo-Triásica se extinguen la mayoría de las especies. A pesar de ello, durante el Mesozoico y en especial en periodo jurásico, resurgen con fuerza para a partir de este periodo, comenzar un declive que llega hasta la actualidad, donde apenas se conocen unas 70 especies.

Los braquiópodos son invertebrados, con el cuerpo protegido por dos valvas diferentes y con simetría bilateral. Los braquiópodos se fijan al sedimento mediante un órgano carnoso denominado pedúnculo, que sale al exterior por un orificio denominado foramen, que se sitúa en la parte posterior de la valva ventral.

La concha de los braquiópodos está formada por sustancias minerales segregadas por células del epitelio del denominado manto, que recubre la cara interna de las valvas. El manto crea un espacio denominado cavidad del manto que ocupa la mayoría del volumen interior existente entre las dos valvas y por el que accede el agua de mar; en esta cavidad se sitúa el llamado lofóforo, un órgano formado por unas estructuras filamentosas enrolladas cuya misión es la de filtrar el alimento y llevarlo hasta la boca y facilitar la respiración del animal. En algunos géneros de articulados el lofóforo está soportado por un esqueleto calcáreo denominado braquidio..

En la parte interna posterior de la concha se encuentra la denominada cavidad visceral, que alberga los músculos, el aparato digestivo, los órganos reproductores y excretores y el sistema circulatorio y nervioso.

El movimiento de las valvas está controlado por un conjunto de músculos alojados en la cavidad visceral. Dependiendo de la función que realicen distinguimos entre músculos aductores (cierran las valvas), diductores (abren las valvas) y pedunculares (se encargan de la fijación y movimiento del pedúnculo).

En la superficie de las valvas se marcan líneas de crecimiento que suelen ser más fuertes y apretadas hacia los bordes. Teniendo en cuenta la diferencia de curvatura de las valvas tendremos diferentes tipos de perfiles laterales: biconvexo, cóncavo-convexo, convexo-cóncavo, plano-convexo y convexo-plano (el primer término se refiere siempre a la curvatura de la valva dorsal).

El contorno de los braquiópodos es muy variado y se corresponde con la forma del perímetro de las valvas, pudiendo oscilar entre circular, alargado tanto longitudinal como transversal, hasta casi triangular. Tanto el perfil lateral como el contorno de la concha pueden alterarse o modificarse por la presencia de una serie de elevaciones o pliegues y depresiones o surcos, así como, por la presencia de costillas de mayor o menor amplitud.      

En general, los braquiópodos articulados, suelen presentar a lo largo de su superficie una serie de punctos o perforaciones microscópicas que cortan las láminas calcáreas que conforman la concha, sin llegar al periostraco. De este modo las conchas se clasificarán en punctuadas o impunctuadas.

Además, la superficie de la concha puede presentar una serie de elementos concéntricos o radiales, a modo de elementos ornamentales, pudiendo ser:

En algunos géneros de braq. Articulados las valvas se abren girando sobre una línea o eje cardinal que es perpendicular al plano de simetría de la concha. Si este eje coincide con la línea de articulación o charnela la concha se denominará Estrófica, en contraposición con las conchas no Estróficas, donde no coinciden eje ni charnela, reduciéndose la articulación a un par de puntos.

En el caso de conchas estróficas, sobre cada una de las valvas se desarrollan unas áreas triangulares denominadas Ínteráreas o áreas cardinales que tienen como vértices los ápices de las valvas y como base la línea de articulación.Fig.elem morfo

En el centro de las inteáreas existen unas aberturas triangulares denominadas Deltirio, situado en la valva ventral y  por donde sale el pedúnculo y Nototirio, situado en la valva dorsal y más visible en las conchas estróficas. Las zonas de la abertura no ocupadas por el pedúnculo están protegidas por placas que crecen desde los bordes y que pueden ser de varios tipos. En la valva peduncular solo existe o una sola placa denominada Deltidio o, un par de ellas unidas por una sutura y denominadas placas deltidiales. Las equivalentes en la valva braquial o dorsal se llamarían Chilidio y placas chilidiales, respectivamente.  

Se conocen unos 2.000 géneros fósiles diferentes, que tienen una gran importancia puesto que, fosilizan en todo tipo de sedimentos y rocas sedimentarias y de muy distinta edad geológica.

            Los fósiles de braquiópodos son muy difíciles de clasificar, si nos atenemos exclusivamente a su morfología externa, por lo que se recurre también al estudio de su esqueleto interno.

            Los criterios morfológicos externos que se utilizan para la clasificación de los braquiópodos son los siguientes:

•·        El Tamaño, contorno y perfil de la concha.

•·        Las características de la charnela.

•·        El tipo de Umbo y Formanen.

•·        La curvatura y tipo de plegamiento de la valva.

•·        Estudio detallado de la región cardinal

•·        Los tipos de comisura lateral y frontal.

•·        La ornamentación.

             Los braquiópodos son animales marinos, solitarios que generalmente viven fijos a los fondos rocosos o arenosos mediante mecanismos de fijación muy variados:

            La casi totalidad de los braquiópodos articulados se fijan al sustrato mediante un pedúnculo más o menos largo y grueso mientras que, la  mayoría de los braq. Paleozoicos no tuvieron un pedúnculo funcional en su etapa de adulto, fijándose por cementación de la valva ventral o bien, por el desarrollo de unas espinas que actuaban a modo de raices.

            Las formas actuales, están confinadas a aguas de salinidad normal y se distribuyen tanto en zonas someras como casi abisales. Generalmente prefieren las aguas frías con intenso movimiento, aunque los hay que habitan en mares tropicales Aparecen muy localizados (modo de vida en comunidades), donde pueden presentar grupos muy abundantes e individuos pero, no apareciendo en zonas próximas donde aparentemente existen las mismas condiciones y características.

Se alimentan situándose contra la corriente con las valvas abiertas y atrapando con sus diminutos tentáculos el placton que después de filtrado en su organismo, liberan los residuos.

Las dos clases de braquiópodos son coetáneas en los sedimentos del Cámbrico inferior (cuando empieza a extenderse el filum braquiopoda), si bien, los braq. inarticulados comienzan pronto su declive, en el Ordovícico, de modo tal que a partir del Devónico empieza la supremacía de los braq.  Articulados. Durante la crisis de final del Pérmico, se extinguen muchos de los grandes grupos, no apareciendo nuevamente hasta finales del Triásico Medio. En el Jurásico desaparecen todos los grupos residuales del paleozoico y comienza la expansión de los géneros más representativos, como rhynchonellidos y terebratulidos, hasta llegar al periodo Cretácico, donde comienza el declive final del grupo, que todavía perdura en  nuestros días, donde apenas se conocen 70 especies. Esto es así ya que, la expansión de los bivalvos, se produjo en detrimento de los braquiópodos.

Los cefalópodos, en conjunto, son un grupo de moluscos que habitaron los ambientes marinos desde el Cámbrico superior, se desarrollaron enormemente durante el ordovícico y casi se extinguieron en el Cretácico, de tal forma que en la actualidad se conocen unas 680 especies. Dentro de éstas destacamos al pulpo, sepia, calamar, nautilus, etc.