La singularidad más manifiesta del Parque, radica en la
geología del macizo montañoso que conforman las Sierras de
Alhama,
Almijara y
Tejeda. Esta alineación
alpina con dirección Este-Oeste está formada principalmente por el apilamiento de materiales de composición carbonatada:
mármoles y
dolomias. El
paisaje adquiere gran valor por el característico modelado en
crestas y
profundos valles que han permitido la preservación de comunidades vegetales
relícticas. La necesidad de adaptación a las exigentes condiciones de los
suelos dolomíticos se ha traducido en una importante presencia de numerosos
endemismos Malacitanos-Almijarienses, exclusivos del Parque.