Un defecto muy común en la fotografía de la Naturaleza, es tomarse esta actividad con una actitud compulsiva, en la que intentamos realizar el mayor número de tomas sin dedicarle a cada situación el tratamiento apropiado y el tiempo que se merece. A veces ni siquiera aprovechamos las circunstancias excepcionales que se nos presentan raramente. El resultado final es que se obtienen una gran cantidad de fotografías con un resultado mediocre. Así que tómese el tiempo que cada situación requiera.

 

Cuando comience una sesión asegúrese de que su cámara tiene los parámetros básicos en orden. Esto es especialmente importante cuando trabaja en modo manual, o cuando tiene en el modo automático con algunos de los parámetros predeterminados. Deberá controlar las siguientes cuestiones:

1. Asegúrese que posee baterías o pilas suficientes para la jornada.
2. El trípode es especialmente importante, no sólo para evitar fotografías movidas, también es recomendable a la hora de encuadrar y componer la toma.
3. El flash es otro accesorio que necesitará en más ocasiones de las que piensa, bien usado permite hacer fotografías excelentes en condiciones de luz adversas.
   
4. Si usa objetivos intercambiables, es importante llevar el macro y algún tele (50-200mm), de esta forma cubrirá un amplio espectro de la fotografía de la Naturaleza. Evidentemente cuantos más objetivos lleve, mejor podrá afrontar las necesidades que en cada situación se planteen.
5. Antes de comenzar revise la selección del tipo de programa: Automático, Manual,  Prioridad a la Apertura, Prioridad a la Velocidad. Compruebe con frecuencia la sensibilidad de exposición (ISO), velocidad de exposición (V) y diafragma (F). Especial cuidado debe tener con el balance de blancos (Sol, Nublado, Tungsteno...), si usa esta opción asegúrese de que usa la correcta.
6. Cualquier cámara, ya sea compacta o réflex, posee la posibilidad de mostrar la curva de niveles (iluminación). Este es un medio de referencia imprescindible, que nos permite asegurar que la fotografía realizada posee una iluminación correcta.
7. Procure llevar materiales de limpieza, para las ópticas y carcasa de la máquina. Esto es especialmente importante en ambientes con niebla, lluvia o viento.

     IDENTIFICANDO INSECTOS Y OTROS INVERTEBRADOS:

 

Normalmente las fotografías realizadas sobre insectos se realizan con objetivos macro o compactas en posición macro (florecita). Este tipo de fotografía tiene grandes ventajas, pero también grandes inconvenientes. Entre las ventajas destacan, la calidad del enfoque y la obtención de un buen fondo. El principal problema resulta de la poca profundidad de enfoque, ya que esta se reduce a unos pocos milímetros. Esto quiere decir que el insecto se desenfoca rápidamente, a partir del plano de enfoque. Esto suele remediarse buscando un plano del insecto (por ejemplo las alas de una mariposa), que sea perpendicular al eje del objetivo, o bien cerrando el diafragma (F más alto). Esta segunda opción tiene la desventaja de que nos deja un fondo más nítido lo que hace que el motivo destaque menos en la fotografía, algo de todo punto no deseable. En este tipo de tomas, como ocurre muchas veces en la vida, habrá que tomar una solución de compromiso, basada en nuestra experiencia, tras muchas pruebas de ensayo y error, no existe otra forma de aprendizaje.

 

Los objetivos tele (200 mm o mayores), poseen la ventaja de poder realizar la fotografía a una distancia mucho mayor, sin molestar al insecto. La profundidad de enfoque también es buena, dando un menor desenfoque del insecto. Sin embrago poseen ciertas limitaciones, entre las que destacan: el precio, una menor luminosidad que obliga a usar velocidades bajas (aunque hoy en día los objetivos con estabilizador han casi eliminado este problema), una menor calidad general en el enfoque (sólo distinguible en grandes ampliaciones, en internet apenas se nota la diferencia con un objetivo macro) y la dificultad de hacer buenas tomas cenitales, a veces imposibles (debido a la distancia mínima de enfoque suele superar el metro). Resultados parecidos se pueden obtener con cámaras compactas usando el zoom óptico. Nunca use el zoom digital, ya que la calidad es bastante mala. 

 

Para poder identificar un insecto es necesario realizar un mínimo de dos fotografías:

• Cenital, o sobre la vertical del insecto en su posición de reposo natural.
• Perfil o lateral, en su posición de reposo normal. 

En insectos alados, como libélulas, dípteros (moscas), abejas, es necesario que se vean bien las nervaduras de las alas, pues muchas especies se distinguen por la forma o disposición de las nervios de las alas.

 

En cuanto a las mariposas, es muy importante la toma de perfil o lateral y en segundo lugar la cenital. No obstante para algunas especies son necesarias ambas. La lateral debe tener una definición especialmente buena.

 

Los escarabajos, son especialmente problemáticos, pues en muchas ocasiones es necesario un buen detalle de las antenas, patas y una vista ventral (con el coleóptero boca arriba), además de la cenital y el perfil.

 

En ocasiones fotografiamos insectos en la fase de larva o ninfa, con lo que es más difícil identificar la especie. A veces tenemos algún adulto cerca, deberemos verificar esta posibilidad y fotografiarlo.

 

En los gasterópodos con concha, necesitaremos la vista cenital, la ventral (opuesta a la anterior) y el perfil desde la cámara de habitación.

 

Para las arañas a veces es interesante realizar una toma de la telaraña. Las tres vistas son fundamentales (perfil, lateral y ventral), a la que habría que añadir la frontal, para ver la disposición de los 4 pares de ojos.

 

En muchas ocasiones, más de las que pensamos, no es posible identificar un insecto sólo a base de fotografías. Por ejemplo muchas especies de mariposas, arañas, moscas y escarabajos, sólo pueden ser identificados usando una lupa binocular, para ver la geometría de las gónadas (aparato reproductor). Por ello, a veces, sólo se puede definir correctamente el Género o tan sólo la Familia.

 

 

 

    IDENTIFICANDO AVES:

 

La identificación de aves a partir de fotografías es por principio difícil. Primero porque para hacer fotos de aves hace falta dedicar mucho tiempo y además tener un equipo adecuado, y cuando ya se está en ese nivel de dedicación uno ha aprendido mucho de pájaros y ya tiene herramientas para saber lo que está viendo. En este estadio también siguen existiendo dificultades porque los pájaros "parados" a veces no dicen mucho de sí mismos, de su comportamiento, de su hábitat, de la estación del año, etc.

En general los que llevamos años observando pájaros tenemos unos patrones aprendidos que de alguna manera nos llevan enseguida a limitar las posibilidades, lo que no quita que algunas veces nos quedemos con la duda de ¿qué hemos visto?...

Lo que mejor identifica a un pájaro es su hábitat. Si estamos en la playa, en un río, en una charca, no esperaremos encontrar allí un roquero rojo, aunque también puede ocurrir, porque pájaros migrantes pueden pernoctar un lugar absolutamente inesperado y fuera de su ambiente habitual. Como norma, nos atendremos a lo esperable, no a las excepciones que, menor medida, puedan darse.

Podemos empezar por comentar el color y el tamaño, que son dos características que pueden cribar mucho las posibles alternativas. En general estas características se pueden apreciar en las fotos, aunque aparezcan brillos raros o reflejos que no son frecuentes, el color será patente. Con el tamaño ocurre lo mismo, este será evidente salvo que esté contra el cielo, y en este caso tendremos que tirar más de nuestra experiencia, ayudándonos de otras características como la silueta. De todas formas es bueno usar una escala progresiva de tamaños que nos sirva de referencia: gorrión, paloma, gaviota, buitre, y dentro de esa escala situaremos lo que vemos.

Cuando realmente surgen las dificultades para identificar es con aves de colores parduzcos y allí tendremos que tener en cuenta especialmente el entorno donde estaba, su comportamiento, y la estación del año. No quiero decir con esto que sea fácil distinguir todas las aves, y menos a través de una fotografía, pero sí que con la ayuda de unas breves notas, o fijándonos en ciertos detalles podremos aprender a distinguir la mayor parte de nuestra fauna alada. Para ayudarnos a ello existen multitud de guías publicadas con gran profusión de dibujos y/o fotos y también indicaciones de la morfología que podrán ayudarnos.

Recordar que un pájaro tiene una serie de características que lo distinguirán del resto de especies, como son el pico, la cola, el color, el tamaño, las diferentes manchas del plumaje, y sobre todo el ambiente: el tipo de entorno donde estaba. Cuando alguna de estas características no se aprecien el la foto, procure añadirlas en el texto y esto ayudará de forma esencial a la identificación.

 

Por último tenga en cuenta la temporada de anidamiento y cría, procure no molestar a las aves en esta época. En todo momento debe seguir el Código Ético de la fotografía en la Naturaleza. Para conocerlo puede hacer enlace, pinchando en: CÓDIGO ÉTICO DE AEFONA.

En cualquier caso, dentro del foro estaremos encantados de ayudar a quien quiera participar de esta sección.

Texto de Víctor Fernández, Responsable de la sección Fauna y Ornitólogo.

 

 

 

   IDENTIFICANDO ANFIBIOS Y REPTILES:

 

La fotografía de Anfibios y Reptiles es una disciplina complicada, más que nada por la dificultad de observación de las especies. Incluso los herpetólogos (científicos que estudian las faunas de anfibios y reptiles) necesitan de algo de suerte para poder encontrar algunas de las especies.

Es por lo tanto, como en el caso de las aves, aconsejable usar un buen teleobjetivo desde 200 a 400 mm. Mejor este último. Incluso si estamos fotografiando otro tipo de especies de animales o flora, es conveniente, entre desplazamientos el cambiar el objetivo macro por el teleobjetivo. Otra opción más cara, pero que cada vez es más usada, es el llevar dos cámaras, cada una con un objetivo diferente. Esta estrategia da buenos resultados para fotógrafos con buenas dotes de observador y oido fino. Por último recordar que algunos de estos animales, los anfibios, son mucho más fáciles de observar durante las noches, especialmente si está lloviendo o ha dejado de hacerlo recientemente. Esto nos obligará a llevar con nosotros varios tipos de flashes y una buena toalla o tejido absorbente, para limpiar y eliminar la humedad o agua que se deposite en la cámara y objetivo. 

Para obtener una buena identificación, podría bastar con las siguientes tomas:

• Cenital: con atención a escamas craneales, caparazones y dibujos o manchas del dorso.
• Perfil: con atención a pupilas y escamas.
  

 

 

 

  IDENTIFICANDO FLORA:

 

Al igual que ocurre en el caso de los insectos, las técnicas y materiales empleados suelen ser los mismos. También domina el uso del macro. El motivo fotografiado es algo o bastante mayor, por lo que deberemos vigilar mucho el diafragma usado, salvo que queramos un detalle de una flor, hoja o por ejemplo las esporas de un helecho. Los macros fijos de 60-90-105 mm dan muy buenos resultados. A cambio tienen la limitación de que la distancia de enfoque es estática o fija, cuestión que nos limitará bastante en zonas con mucho matorral, obligándonos las más de las veces a adoptar posturas acrobáticas o poco cómodas. Una buena alternativa es usar un teleobjetivo medio (75-300, 50-200 mm), de los que existen multitud de combinaciones en el mercado. En este caso pueden obtenerse buenos enfoques y fondos para diafragmas bajos (abiertos), a cambio obliga a una selección más exigente del motivo a fotografiar, buscando fondos lo más alejados posible del mismo. En cámaras compactas también se puede usar el zoom óptico, para obtener resultados parecidos.

 

Para una buena posibilidad de identificación de la especie, se hacen necesarias las siguientes fotografías:

• Una fotografía de la flor, una perpendicular a la corola
• Una toma de las hojas, preferiblemente en la base de la planta.
• Del entorno ecológico o hábitat.

 

IDENTIFICANDO SETAS:

 

IDENTIFICANDO MINERLES:

 

IDENTIFICANDO FÓSILES:

 

IDENTIFICANDO ROCAS: