En la provincia de Granada es posible ver una cantidad de paisajes tal que probablemente no tenga comparación con ninguna otra de España. Es posible pasar del clima tropical al alpino, del húmedo al más seco y todo ello en pocos kilómetros.
 
 
En una fotografía anterior les hablaba del mejor bosque mixto conservado en Sierra Nevada, hoy les propongo esta imagen de los Badlands, también conocidos como "tierras baldías o malpaíses". Pues bien, ambos escenarios están separados por sólo unos 30 kilómetros. Este contraste tan brutal es producto del relieve de esta zona, al norte de Sierra Nevada. ¿Cómo se pasa de un clima tan húmedo a otro de tipo estepario?
 
 
La zona noroeste de la comarca de Gudix, es en realidad una cubeta u "hoya", que no hace mucho más de 20 millones de años, aún era un mar, esto es fácil de visualizar en los taludes de las carreteras y caminos que atraviesan estos parajes. La presencia de innumerables y potentes capas de yesos, nos informa de forma inequívoca de la desecación de esta cuenca marina. Esta gran evaporación de las aguas marinas, fue provocada por la paulatina elevación de la cuenca, como consecuencia de los primeros plegamientos alpinos, que seguidamente originaron Sierra Nevada. Durante este proceso de evaporación y precipitación de yesos, se fueron intercalando depósitos, principalmente arcillosos, de tipo continental procedentes de la erosión de los primeros relieves emergidos y trasportados por arroyos y pequeños ríos. Finalmente los poco extensos mares interiores, fueron aislándose, de lo que hoy conocemos como Mar Mediterráneo, quedando aislados, pasando así de ser una cuenca marina a otra continental con la formación de grandes, pero poco profundos lagos. La colmatación de estas zonas lacustres combinada con el desarrollo de una red fluvial de carácter intermitente (existen pocos ríos), se producen estos relieves tan característicos que podemos observar hoy en día. El modelado del paisaje es producido por la torrencialidad de las lluvias, provocando una importante erosión en los materiales blandos y permitiendo que algunos estratos o bandas de rocas algo más duras destaquen, formando cárcavas, farallones y ramblas tan típicas de este bello paisaje.
 
 
La mejor época para la observación y fotografía de estos Badlands, es durante la primavera, cuando la flora esteparia está en su mejor momento y la temperatura es muy agradable.
 
 
En la fotografía puede observarse el eje serpenteante de una típica rambla de la zona. También son identificables los estratos en las paredes, obsevándose muy bien los escarpes y resaltes que producen las rocas más duras. Debido a las difíciles condiciones de iluminación, la toma se hizo mediante la técnica de HDR, sumando tres fotografías realizadas con tiempo de exposición diferente, para una misma apertura de diafragma.