La declaración del Monumento Natural de Cárcavas de Marchal se produjo mediante el Decreto 250 de la Junta de Andalucía, el 9 de Septiembre del año 2003.
Marchal es un pequeño, agradable y acogedor municipio de la Comarca de Guadix-El Marquesado. La forma más sencilla de acceder al Monumento Natural es usando la Autovía A-92. Independientemente de la dirección en que se circule, debe tomarse la salida nº 288 hacia el municipio de Purullena.
La declaración como Monumento Natural se fundamenta, en que este es un espacio o elemento de la naturaleza constituido básicamente, por formaciones de notoria singularidad, rareza o belleza, que merecen ser objeto de una protección especial. El criterio dominante que motiva su declaración como Monumento Natural es de carácter geológico.
Hablando con más propiedad podríamos decir, que este Monumento debe su declaración a la geomorfología ya que esta es la disciplina geológica que estudia y trata el modelado terrestre y las estructuras resultantes.
Los principales componentes de este modesto macizo son materiales continentales de origen fluvial. Estos materiales proceden de la erosión y desmantelamiento de Sierra Nevada. El área de Guadix es una depresión que ha estado, y sigue hoy día, acumulando sedimentos.
La parte basal está constituida por conglomerados y arenas, seguidos de un espesor de limos y margas y coronando el conjunto arcillas con algunas intercalaciones de gravas. Todos estos depósitos son muy recientes según la escala de tiempos geológica. Los materiales basales (más antiguos) son de edad Pliocena, a penas tienen 5 millones de años, mientras las arcillas rojizas tan características del techo o parte superior de esta serie sedimentaria, es de edad Holocela, es decir, coetánea con el final de la última glaciación. Curiosamente este lapso de tiempo coincide con la aparición de los primeros homínidos hasta el comienzo de las primeras civilizaciones.
Las cárcavas son el producto de la meteorización mecánica producida por el agua de lluvia, sobre unos materiales que están débilmente cohesionados (casi sin cementar) por lo que son fácilmente erosionables. Tres factores son los determinantes en el avance de de este proceso erosivo son:
- La ausencia de cobertera vegetal que proteja el suelo
- La torrencialidad de las lluvias, que provocan fuertes escorrentías.
- La escasa resistencia de los materiales por estar poco cementados: arcillas, arenas, gravas y margas.
La geometría final que podemos observar viene determinada por pequeñas fallas y fracturas previas al proceso erosivo. Estas son estructuras por las que el agua se mueve con mayor facilidad, lo que potencia el poder erosivo de la misma.
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