El o la Bisbita común, que de ambas formas se le nombra, es un pajarillo invernante en la Península Ibérica.

Muy parecido en su forma a una lavandera aunque de cola más corta. Tiene unos 14 cm de longitud.

Cola larga, plumaje pardo oliváceo en el dorso, y muy claro en las partes inferiores.

Pecho blancuzco moteado.

Pico fino, ojos grandes y patas con larga uña en el dedo posterior.

Las rectrices externas (plumas exteriores de la cola) blancas ayudan en la identificación cuando otros rasgos no se aprecian.

Nidificante en el norte de Eurasia.

En nuestro país es exclusivamente migrante y un invernante muy común.

Lugares abiertos, pastizales, matorrales claros, huertas, barbechos de cereal, costas, etc.

Como otros muchos invernantes es muy adaptable a diferentes hábitats durante el invierno.

Habitualmente solitario o en grupos pequeños.

Se mueve de forma parecida a las lavanderas, con las que comparte familia, aunque sin movimientos de oscilación de la cola.

Raramente se posa en árboles, ocasionalmente en arbustos.

Se alimenta en el suelo, de insectos, arañas, semillas, etc.

Común en toda la provincia.

Ausente en cotas superiores a los 1.500 metros.

Prefiere lugares de vega y cultivos.

Puede confundirse con las cogujadas, con quienes comparte a menudo el hábitat, aunque éstas son más macizas, terrosas, con pequeña cresta, etc.

El rasgo más claro para su identificación hasta conocerlo bien es el color ligeramente verdoso del plumaje moteado del dorso.

Otros bisbitas invernantes como el ribereño son ligeramente mayores , con moteado diferente, patas más oscuras y más exigentes en cuanto al hábitat donde campean.

No amenazado.

A causa de ser uno de los migradores e invernantes más frecuentes en nuestros campos ha sufrido muchísimo el acoso de la caza con trampas, cepos, costillas.