Especie
relicta en Sierra Nevada, que se encuentra en vías de extinción por causas naturales. Requiere un clima frío y húmedo, incluso durante el verano. Por ello, desde el último período glacial, esta especie ha ido ganando altitud, encontrándose en la actualidad sólo en las cumbres más elevadas, en zonas umbrosas con orientación norte, donde obtiene alguna compensación hídrica de neveros próximos o pequeñas chorreras.