• Pareja de calopteryx virgo en su posadero. 

• Esta toma nos permite observar cómo el macho (alas de color azul cobalto) mantiene "cogida" por la cabeza a la hembra. Esta es una conducta muy agresiva que usan los machos para obligar a las hembras a realizar la cópula. Incluso se han descrito casos en que la hembra resulta severamente lesionada, con graves daños en la cabeza y ojos. Pero esta situación no sólo tiene lugar durante el apareamiento, se mantiene hasta que las hembras depositan los huevos. Esto es consecuencia de la facilidad con que los machos pueden eliminar o desplazar el esperma dejado previamente por otros machos en los órganos sexuales de la hembra. 
• Fotografía realizada en el Parque Natural de la Sierra de Huétor.

La familia Calopterygidae se distingue por la bella coloración de ahí la etimología del nombre, kalós  pterón: alas bellas.

 

Este caballito del Diablo posee un tamaño mediano, entorno a los 55 mm y una envergadura alar superior a los 65 - 70 mm. 

 

En la cabeza poseen un par de ojos globosos, laterales y bastante separados. 

 

La característica que mejor identifica a la especie es la presencia de un color azul cobalto en las alas de los machos, salvo en la base de  que son ligeramente hialinas. El abdomen es casi concoloro con las alas. Los machos jóvenes presentan alas de un color pardo-cobrizo, muy similar al de los especímenes hembras. Se distinguen de estas en la ausencia de las manchas blancas presentes en el ápice de las alas de las hembras.

 

Las hembras presentan unas alas de color cobrizo, ahumadas y tienen una serie de celdillas (Pseudopterostigma) coloreadas de blanco en el ápice de las mismas. El abdomen presenta un bello color verde metálico con destellos dorados. Estas pueden presentar dificultades para separarlas de especies muy parecidas  como Calopteryx xanthostoma y se diferencian porque el pseudopterostigma de color blanco se encuentra bastante separado del ápice en Calopteryx virgo.

 

Eurasia. Presencias puntuales en el Norte de África (Marruecos y Argelia). Por el Este alcanza el Japón. Las poblaciones granadinas están prácticamente en el límite sudoccidental del área de distribución de esta especie. 

Es una especie muy exigente con la calidad del agua. Siempre en ríos  de poca profundidad y arroyos con corriente de agua durante todo el año. Las aguas deben ser lo suficientemente frías en verano. Prefiere orillas con abundante vegetación de rivera que las proteja del viento. El suelo ácido, una alta saturación en oxígeno del agua y la altitud (por encima de los 500 m) favorecen su desarrollo. La presencia de esta especie es indicadora de una gran calidad de las aguas.

 

Comportamiento

 

La actividad de los imagos o adultos comienza a finales de Mayo hasta mediados de Agosto. El período de maduración dura unos 10 días, en los cuales los machos irán cambiando su coloración paulatinamente. La vida de los adultos se reduce a 40-50 días. Siempre se encuentran en la vegetación cercana a la corriente de agua, rara vez se alejan.

 

Comienzan la jornada posados en vegetales que están directamente iluminados por el sol. Los machos maduros son fuertemente territoriales, por lo que tienden a permanecer en área muy restringida del curso de agua. Por lo tanto, conforme avanza la temporada, los machos inmaduros se ven obligados a migrar río arriba buscando su propio territorio. Las áreas seleccionadas son aquellas que potencialmente permitirán un buen desarrollo de las ninfas y por lo tanto, hay más probabilidad de que sean seleccionadas por las hembras, para realizar la puesta de huevos.

 

La defensa de este territorio tiene como objetivo permitir que sólo ovipositen  las hembras que han copulado con el macho "propietario" del territorio. Cuando hay una alta densidad de machos, algunos de ellos muestran un carácter no territorial, vagando a todo lo largo del curso de agua, pero con escaso éxito reproductivo. Aunque las hembras no muestran esta marcada territorialidad, sí que muestran preferencia por determinadas áreas del río, más favorables para el desarrollo de las ninfas. La defensa del territorio consiste esencialmente en gestos de amenaza, raramente se observan combates aéreos entre dos machos. Normalmente  estos no se desplazan más allá de 20 a 100 metros. No obstante, si la densidad de machos es alta la agresividad disminuye sustancialmente y los territorios se achican enormemente, pasando de unos pocos metros a unas decenas de centímetros. 

 

Tanto machos como hembras eligen las horas cálidas, las centrales del día, para la caza, descanso, cópula y ovoposición. Sin embargo las hembras pueden recorrer en un día distancias superiores a los cuatro kilómetros. 

 

Las hembras y machos alcanzan su estado maduro a los 10 días de la eclosión. No obstante, la duración de la cópula es breve, de unos  50 segundos a 5 minutos. Un macho puede fecundar a varias hembras en una sola hora. Antes de la cópula el macho realiza una especie de cortejo en la que levanta la parte inferior de su abdomen para terminar de atraer a la hembra. Para garantizar que la hembra que ha fecundado no copule con otros machos, usa sus cercos (piezas en forma de gancho que poseen los machos en el extremo del abdomen). De esta forma mantiene "cogida" por la cabeza a la hembra. Esta es una conducta muy agresiva que usan los machos para obligar a las hembras a realizar la cópula. Esta situación tiene lugar durante el apareamiento.

 

 

Los huevos se depositan en los tallos y hojas de plantas acuáticas o ramitas que sobresalen del fondo. Las hembras tienen la asombrosa capacidad de realizar la puesta totalmente sumergidas, hasta 90 minutos, antes de volver a salir a la superficie. Durante la operación de  puesta de los huevos, el machó permanecerá volando sobre la hembra vigilando  la operación y evitando que otros machos interfieran la operación. Ambos sexos Los huevos son sumamente pequeños de apenas 1,2 mm de longitud. El período de incubación dura entre 20 días y un mes. A partir de este momento las ninfas habrán de sufrir entre 10 a 12 mudas antes de de transformase en adultos.  Estas ninfas son muy sensibles a la disminución del oxigeno disponible en el agua por lo que la disponibilidad de este debe ser elevado. El agua debe tener en verano una temperatura óptima de  13-18ºC, temperaturas superiores a 22ºC quedan dañadas la mayoría de las ninfas y se pierden la mayoría de los huevos ya depositados Las ninfas viven junto a las raíces y tallos de plantas acuáticas, rara vez se desplazan por el fondo del arroyo. Algunos individuos de la población parecen necesitar dos años para completar su ciclo (semivoltinismo), y podrían emerger en una época más temprana que el resto de ninfas, en relación con esto último parecen estar las observaciones de adultos realizadas a mitad de Mayo.

 

Es una especie difícil de ver en nuestra provincia por la dificultad de encontrar hábitats adecuados para el desarrollo de la especie. Nosotros la hemos visto en la Sierra de la Sagra y en el Parque Natural de la Sierra de Huétor, su presencia indica una gran calidad de las aguas.