Descripción de la Fotografía
- Esta es una medusa muy peculiar y hasta cierto punto bella.
- La fotografía muestra un ejemplar de la medusa de "huevo frito", también conocida como "acéfalo encrespado", cerca de la costa.
- Fotografía tomada en Calahonda a unos 5-6 metros de profundidad.
Descripción de la especie
Esta medusa presenta las características generales de cnidarios, llamados así por la presencia de células urticantes conocidas como cnidocitos: - Umbrela o sombrero de pequeño tamaño medio entre 20 y 35 cm. Es aplanada con la parte central que es abombada. De color crema salvo en el área acampanada que es pardo-rojiza. Puede tomar tonos verdosos en función de la cantidad de algas simbiontes que viven con la medusa.
- Posee 8 brazos recubiertos de numerosas protuberancias a modo de apéndices cuyos extremos tienen forma de botón blanco o azulado/violeta.
- La boca se sitúa en la cara inferior de la umbrela.
Distribución general
Común en todo el Mar Mediterráneo.
Hábitat
Esta es una especie, viviendo en la superficie en alta mar, en mar abierto. Sin embargo necesitan de aguas poco profundas para el ciclo de reproducción, pues necesitan un sustrato rocoso somero. De esta forma se acercan a la costa para realizar parte de su ciclo vital. Prefiere aguas calientes y templadas. Esta medusa tiene buena capacidad natatoria, aunque frecuentemente están a merced de las corrientes marinas y los vientos dominantes. Su "musculatura" umbrelar les permite impulsarse vertical y horizontalmente en el agua. Se alimentan de pequeños animales (peces, invertebrados, incluidas otras medusas), que previamente inmovilizan gracias a la inyección de toxinas, contenidas en sus cnidocitos y posteriormente las atraen hacia la boca con sus tentáculos y brazos orales. Sin embargo no es difícil verlas acompañadas por un cortejo de juveniles de algunas especies de peces que son inmunes a las toxinas de esta medusa y buscan refugio entre los brazos de la misma (jureles, seriolas, salemas y bogas). Entre los animales pluricelulares, las cápsulas urticantes o cnidocitos, únicamente se encuentran en los celentéreos. Estas cápsulas tienen forma ovoidea o de puro, que contiene un filamento enrollado. Hay muchos tipos diferentes, algunos especializados para adherirse a la superficie del animal sobre el que se fijen, otros para matar y defenderse. Las cápsulas que matan han sido muy estudiadas. Tocada, o estimulada químicamente (cambio de salinidad o de iluminación) por la presencia posible de comida, la cápsula se hace rápidamente permeable, desarrolla en su interior una elevada presión y bruscamente proyecta su filamento pinchando o enredando a cualquier desgraciado que se ponga a tiro. Muchos de estas cápsulas, en su descarga, exudan una gota de veneno por el extremo del filamento proyectado sobre la víctima. Estas maquinarias de precisión son individualmente diminutas, muy pocas cápsulas miden más allá de un milímetro de longitud, pero su efecto colectivo sorprendentemente puede inmovilizar a peces grandes. Cada cnidocito puede usarse una sola vez, por lo que una vez descargado es reemplazado por otra nueva célula. El ciclo de vida típico de una medusa típica se produce por la fecundación tras la expulsión de los gametos (óvulos y esperma), ya que existen medusas de ambos sexos. Así nace una larva ciliada llamada plánula que es capaz de nadar y que formará parte de los que se conoce como plancton. Después de un tiempo la plánula se fija a un sustrato rocoso o a conchas de moluscos poco móviles, en aguas poco profundas. Así se forma un pólipo llamado escifistoma, el cual tiene la capacidad de producir nuevos escifistomas por reproducción asexual, mediante un mecanismo conocido como gemación. En determinadas épocas del año esta gemación se produce en el extremo oral del pólipo, conocida como estrobilación. Durante este proceso se producirán pequeñas larvas de medusa con forma estrellada llamadas éfiras. Estas éfiras adquieren vida libre en el placton, transformándose y creciendo hasta alcanzar la forma y el tamaño de la forma adulta. No obstante estas fases de la reproducción pueden verse alteradas, o incluso faltar algunas de ellas dependiendo de la especie, por ejemplo en la especie Pelagia noctiluca las plánulas no se fijan sustrato marino sino que se desarrollan sobre los propios tentáculos o la abertura bucal de la medusa adulta, produciendo por gemación directa las éfiras. Pueden llegar a formar bancos que pueden llegar a alcanzar las costas granadinas en verano y otoño, asociadas a las corrientes templadas favorecidas por los vientos de levante del Mar de Alborán. Su presencia en forma de plagas no está bien estudiada, entre las hipótesis, o combinación de ellas, se encuentran las siguientes: - El incremento en nutrientes en mares y océanos, por vertidos de fertilizantes y de aguas negras de los núcleos urbanos, lo que acentúa la disponibilidad de nitrógeno y fósforo en los mares.
- Una menor depredación de medusas por la disminución en el número de predadores naturales, como la tortuga boba.
- El incremento de la temperatura del mar, que favorecen su reproducción.
- La sequía tierra adentro, que disminuye el aporte de agua dulce por parte de los ríos y que aumenta la salinidad cerca de la costa por lo que mejora las condiciones de vida de la especie.
Esta especie es muy poco peligrosa por su escasa toxicidad. La capacidad urticante es limitada, en parte debido a la escasa longitud de sus tentáculos. Cuando hay contacto con la piel sus efectos son leves: irritación de la piel y picor. No obstante, en algunas personas puede dar lugar a una reacción de tipo alérgico.
Localización en Granada Esta es una especie muy abundante en mar abierto, aunque puede verse con cierta frecuencia en ambientes costeros. |