Para identificar este carricero como C. tordal a partir solamente de una foto nos basamos en la ceja clara que permite distinguirlo del carricero común. Además existen diferencias de tamaño, siendo éste, el tordal netamente más grande.

Los carriceros son aves que no tienen rasgos morfológicos llamativos. Sus demostraciones territoriales son básicamente sonoras como podría esperarse de aves que viven el la espesura de los carrizales.

Unos 19 cm de longitud, color pardo claro uniforme en el dorso y blanco sucio en la zona ventral hasta la garganta.

Ágiles, se mueven continuamente entre la maraña vegetal.

Paleártico, por el Este llega hasta Asia Central y por el Norte a Escandinavia.

En España es común el todo el territorio peninsular y Baleares.

Estival, en invierno migra al África tropical. Abundante durante los pasos migratorios procedente del resto de Europa.

En época de reproducción requiere carrizales, cañaverales o bien herbazales altos en la cercanía del agua.

En paso ocupa hábitats menos específicos aunque siempre en zonas con vegetación herbácea bien desarrollada.

Muy ruidoso. Aún sin verlo podemos detectar su presencia por el frecuente "carraspeo" que procede del carrizal.

Habitualmente escucharemos a los carriceros antes de verlos. Sus cantos son llamativos pero se ocultan entre el carrizal.

Construye un nido muy elaborado en forma de profunda copa de hojas tejidas soportado entre varios tallos de carrizo. Esta labor es realizada fundamentalmente por la hembra, que pone 4 o 5 huevos blanco verdosos.
Hace cortos vuelos sobre el agua desplegando la cola.

Se alimenta de todo tipo de invertebrados, especialmente aquellos que tienen una fase de vida acuática y emergen a la fase voladora apoyándose en la vegetación para emerger de la exuvia.
Puede ser parasitado por el cuco, que expulsa del nido a los jóvenes carriceros y apenas cabe él mismo en tan pequeño cuenco.

Ocasionalmente cría en colonias.