Ave de color terroso con manchas blancas conspicuas en las alas y la cola.

El alcaraván tiene unos 40 cm de longitud total. Tiene plumaje muy mimético con los hábitats que ocupa.

Las patas, el pico y el ojo tienen color amarillo (iris) y llaman la atención.

Pasa desapercibido si se está quieto y agachado. Corre como lo haría un correlimos, en postura horizontal , agachado, y hace vuelos cortos, bajos con planeos y apertura de alas al posarse que ayudan a identificarlo.

Euro asiático y norteafricano.

A la vez sedentario y migrador. Los efectivos del norte de Europa se trasladan en invierno al norte de África y sur de Europa.  

En la Península Ibérica es sedentario y nidifica por toda ella.

Eriales, barbechos, terrenos secos y escasos de vegetación. Tanto en marismas secas como encharcadas.

A veces en lugares con matorral ralo y arbolado. Al parecer tolera el arbolado poco denso, como pueden ser almendreras y olivares de plantación poco densa.

Ligeramente gregario especialmente en migración, cuando puede formar pequeños bandos. Puede encontrarse nidificando en grupos dispersos que mantienen comunicación mediante llamadas. Si se le sorprende en el suelo, especialmente los pollos, tienden a quedarse inmóviles intentando pasar desapercibidos.

Grita, a veces de noche con un reclamo que recuerda a los zarapitos "currliii..."

A menudo corre antes de volar, y cuando vuela lo hace en vuelo bajo, alternando aleteos y planeos, errático.

Nidifica en el suelo, haciendo un hoyo entre la vegetación baja donde camufla los huevos con piedras.

Se alimenta de invertebrados, caracoles, lombrices, insectos, incluso puede comer ratones y topillos.

Debe abundar en el Altiplano cerealista. Escaso en el resto de la provincia.

Observado en El Temple.

Durante el invierno se pueden observar bandos de más de 100 ejemplares en las vegas de Motril y Salobreña, en cultivos herbáceos y a veces agrupados con otros limícolos.