Es la libélula más grande de Europa occidental con una longitud de hasta 8 cm y una envergadura alar de hasta 12 cm. La característica más definitoria de la familia Aeshnidae, a la que pertenece la especie, es la imposibilidad de plegar las alas sobre el abdomen. Estos animales poseen un cuerpo frágil con alas largas y membranosas. Estas las mueven de forma alterna, lo que permite un mejor control, algo poco frecuente en el resto de insectos. El abdomen es largo y delgado con un color azul metálico dominante y machas negras, en el caso de los machos, siendo azul verdoso y el extremo marrón, en las hembras. El tórax presenta tonos verdosos, para ambos sexos. Poseen unas formidables mándibulas en forma de máscara.

Gran parte de Europa. Vuela en toda la Península Ibérica.

Zonas húmedas, lagunas, charcas, también en cursos de agua permanentes, aunque de corriente lenta. Prefiere zonas de herbazales, en especial juncales. En estado adulto podemos verlas de Marzo a Octubre, desde el nivel del mar hasta los 1800 msnm.

Este insecto inicia y pasa gran parte de su vida, bajo el agua, que puede abarcar varios años, en forma de ninfa. Estas miden entre 4,5 y 5,5 cm y son de color pardo, que va variando en cada muda, en función del contenido de algas y barro del medio. Son carnívoras y feroces, alimentándose de otras larvas, pequeños crustáceos y/o huevos presentes en el agua, incluso de pequeños vertebrados como renacuajos y peces. Respiran mediante agallas.

Su impresionante capacidad de visión de hasta casi 360º, unida a la habilidad de vuelo, convierten a esta especie en un depredador de una eficacia impresionante. Investigaciones recientes han puesto de manifiesto la capacidad de generar ilusiones ópticas en sus presas, de forma que para la víctima parece estar parada la libélula, cuando en realidad, ya está volando hacia a ella. A esta cualidad se le denomina "Camuflaje de movimiento".

Los adultos nacen de la metamorfosis de las ninfas, quedando el exoesqueleto de las ninfas en rocas o tallos de vegetales, al aire libre. Los machos son fuertemente territoriales, guardando celosamente su área de influencia, expulsando a cualquier otro rival que se aproxime. Por ello es fácil predecir en qué lugar va a posarse una vez han levantado el vuelo, ya que suelen retornar al mismo punto desde el que han partido. Cuando aparece una hembra, el macho comienza a realizar vuelos de cortejo que suelen finalizar con la "captura" de la hembra, gracias a unos apéndices anales especiales, en forma de gancho, que posee en el extremo del abdomen y que inserta en la cabeza de la hembra. Luego la hembra se arquea, formándose una característica forma de corazón, para unir sus órganos sexuales, a los del macho, situados entre el tórax y el abdomen, produciéndose de esta forma la fertilización. Después la hembra busca una planta en la interfase agua-aire, dejando adheridos los huevos en el vegetal, pero bajo el agua. La puesta puede contar con hasta 500 huevos.

Es una especie muy frecuente en las charcas y arroyos tranquilos de nuestra provincia.