La hembra pone los huevos uno a uno, directamente sobre un tallo o en las hojas de la planta nutricia Al igual que muchos otros licánidos, la hembra rastrea la vegetación en la búsqueda del lugar adecuado para depositar este único huevo.

Las orugas de la primera generación completan su desarrollo después de seis semanas, mientras que las de la última generación hibernan en una edad intermedia de crecimiento, y se vuelven a alimentar en la primavera. La oruga emerge a primeros de abril y comenzará a alimentarse de plantas de los géneros Trifolium, Lotus, Medicago,  Ononis e Hippocrespis. La oruga es atendida durante su desarrollo por numerosas especies de hormigas (Lasius alienus, Lasius flavus, Lasius niger, Plagiolepis pygmaea, Formica subrufa y Formica cinerea) estableciéndose una relación simbiótica entre ambos insectos. Las hormigas proporcionan protección ante el ataque de otros insectos, parásitos y depredadores, a cambio las hormigas reciben líquidos azucarados, que la oruga exuda, mediante unas glándulas que posee al final del abdomen. El tamaño final de la oruga será de unos 13 mm, a partir de este momento formará una  crisálida de 9 mm en el suelo.

La crisalidación tiene lugar en la base de las plantas nutricias, en primavera y en verano, entre las hojas secas atándose con una brida de seda, que también será atendida y cuidada, por las hormigas. Los adultos eclosionan en unos quince días.