Como todos los insectos presentan un cuerpo compuesto por tres partes bien diferencias: cabeza, tórax y abdomen. Las Crisoperlas presentan pequeño tamaño, de unos 10 mm de longitud y con una envergadura de 15-30 mm. Las características más representativas de la especie son los dos pares de alas membranosas hialinas, con numerosas venaciones de color verde pálido y fuertemente nervadas, grandes ojos saltones de color pardo-dorado (de donde procede el nombre del género Chrysos=oro y perla=esfera), sus largas antenas filiformes de longitud similar a la del cuerpo. En el tórax se insertan 3 pares de patas y 2 pares de alas. En conjunto el cuerpo presenta un tono verde claro. Es característica la presencia de una banda de color amarillo pajizo que recorre el dorso del tórax y el abdomen.

Es una especie cosmopolita y presente en muy diversos ecosistemas.

Viven ecosistemas muy diversos: áreas herbosas, arboledas con presencia de arbustos, especialmente en pinares,  jardines, cultivos de frutales, etc.

Los adultos se alimentan de polen,  miel, néctar y especialmente levaduras que guarda en su esófago agrandado guarda levaduras; estas  le suministran aminoácidos esenciales que faltan en su dieta. Las larvas son de dieta estrictamente carnívora, especialmente de pulgones y huevos y larvas de lepidóptros (mariposas). Las hembras generalmente depositan sus huevecillos de forma individual y preferentemente en lugares donde se encuentran insectos como los pulgones, que producen jugos azucarados, muy energéticos. Las hembras poseen la capacidad de localizar esta fuente alimenticia lo que facilita a las larvas recién emergidas encontrar rápidamente a sus presas. La longevidad del adulto puede ser de varios meses

 

El tiempo de desarrollo de huevo a adulto es de 22 días bajo condiciones de 27º C y humedad relativa entre 50 % y 80 %. Durante su desarrollo larval pasa por tres mudas en un periodo de 10 días. Los huevos son de color verde y antes de la eclosión adquieren un color gris o plomo, están provistos de unos pedicelos cuya función es protegerlos de canibalismo, depredación o parasitismo. La larva se caracteriza por una alta capacidad de búsqueda, intensa actividad, movimientos rápidos y por ser muy agresiva. Prefiere insectos de cuerpo blando tales como pulgones, moscas blancas, trips, piojos harinosos, huevecillos y larvas de lepidópteros y ácaros. Recién emergidas del huevo, las larvas pueden diseminarse hasta 25 m en busca de alimento. Algunas larvas pueden recorrer 4 a 5 km, aunque algunos autores indican 11 a 13 Km., antes de convertirse en pupa. Una larva, durante todo su desarrollo, puede consumir un total aproximado de 300 pulgones pero el 80% es consumido por la larva de la última muda. Sus maxilares son huecos, lo que permite la secreción de un líquido digestivo que se inyecta en la presa; los órganos internos de un pulgón, por ejemplo, pueden ser disueltos en 90 segundos, siendo posteriormente absorbidos por la larva. Se ha descrito canibalismo en ausencia de alimento.

 

Dependiendo de las condiciones ambientales, las larvas necesitan aproximadamente 1-3 semanas de pupación en forma de capullo; las especies de las regiones templadas suelen hibernar como pupa, aunque a veces, en condiciones favorables puede hibernar en forma adulta.

 

Esta es una especie con mucha importancia comercial y económica, pues es muy utilizada en el control de plagas de cultivos ecológicos.

 

Especie muy abundante en toda la provincia, especialmente en pinares y cultivos libres de pesticidas. Sin embargo es difícil de observar por su pequeño tamaño y mimetismo.