Esta especie, dentro del género Anthaxia, es la de mayor tamaño de Europa. La coloración, muy llamativa, es verde brillante, dorado, azul o violeta. Las hembras son fácilmente distinguibles por la coloración rojo-purpúrea a ambos lados de los ojos y la zona ventral , mientras los machos presentan una coloración bastante más uniforme, además tienen las antenas más largas y los fémures posterioeres engrosados.

Los ojos son grandes y enteros; las antenas son aserradas, de once artejos (cada una de las piezas articuladas entre sí de las que se forman los apéndices, antenas o patas de los artrópodos); los élitros (son las alas anteriores, modificadas por endurecimiento de ciertos insectos; sirven como protección para las alas posteriores que están inmediatamente debajo y que sirven para volar) cubren perfectamente todo el abdomen y las alas; tienen cinco artejos en todas las patas.

Los Coleópteros de la familia Buprestidae, son muy valorados por los coleccionistas, debido a los bellos colores y brillos metálicos de la mayoría de las especies. El nombre común en Inglés (jewel beetles), ya nos indica que son considerados como auténticas joyas por parte de los coleccionistas.

Se trata de una especie muy bien representada en en continente Euroasiático (llegando a alcanzar, el sur de Centroeuropa, Rusia e Irán) y el norte de África, si bien queda enmarcada dentro del clima mediterráneo.

Son fáciles de encontrar durante la primavera, sobre plantas de la familia Compositae  (Cardos, margaritas, etc.) especialmente de color amarillo, en las cercanías o claros de bosques de Quercíneas, en especial de Robles y Encinas.

Las hembras depositan los huevos, en grietas de la cortezas, tallos de los árboles. Las larvas se desarrollan durante dos o tres años alimentándose de madera sobre árboles del género Quercus, en especial en los Robles. Excavan sus galerías justo por debajo de la corteza, dejando unas señales características. En la mayoría de ocasiones actúan como parásitos secundarios, ya que atacan a árboles o vegetación muerta, enferma o debilitada por el ataque de otros insectos, incendios, hongos, etc  por lo que normalmente contribuyen al saneamiento de los bosques.

Han desarrollado un comportamiento de defensa pasiva ante el ataque de otros depredadores. En caso de peligro repliegan antenas y patas y se dejan caer al suelo donde permanecen inmóviles y pasan inadvertidos. No obstante les queda aún otro recurso: la formidable resistencia a la compresión y penetración de sus élitros. Son capaces de resistir el ataque más intenso y continuado de cualquier tipo de pájaro.

Es una especie con pocas citas en la provincia, probablemente por falta de observación: