La característica principal de los peces anguilliformes, es el desarrollo de un cuerpo alargado similar al de una serpiente y no poseer escamas. La morena presenta un cuerpo viscoso, algo comprimido en la parte anterior, robusto y muy musculoso.

Carece de aletas pectorales y ventrales, la dorsal, caudal y anal, están unidas en una sola, que nace en la parte posterior de la cabeza y forma una cresta carnosa hasta la cola. No posee escamas. Presenta colores muy variados, en función del ambiente que la rodea, si bien el pardo o jaspeado con abundantes manchas es el más frecuente en los individuos jóvenes, siendo los tonos azulados, con moteado amarillo, propios de ejemplares maduros. Tamaño máximo 1,3-1,5 metros, siendo el habitual algo inferior a 1,0 metros.

Cabeza corta, alta y apuntada, con ojos pequeños y boca grande. Las mandíbulas poseen una hilera de dientes largos, fuertes y apuntados ligeramente hacia atrás. En el paladar también posee una fila de dientes más pequeños, que le ayuda a retener a las presas. En la parte frontal del morro presenta dos protuberancias o aperturas nasales.

Aunque no suele ser agresiva con el hombre, hay que tener sumo cuidado con su mordedura, ya que puede provocar graves heridas en las extremidades, cuya curación se ve dificultada sobremanera por la mucosidad de la piel. Aunque no posee glándulas venenosas, su sangre presenta ciertas sustancias tóxicas, por lo que debe ser siempre cocinada por encima de los 75º C.

Es una especie de amplia distribución, océano Atlántico oriental, desde las Islas Británicas hasta Senegal, y en el Mediterráneo.

Este es un pez de fondos y paredes rocosas, con grietas y hendiduras, desde aguas poco profundas hasta los 80 mbnm.

Se alimentan de crustáceos, moluscos, equinodermos, cefalópodos y otros peces. Su actividad es claramente nocturna y sedentaria, no abandona con facilidad la grieta que le sirve de refugio.

Caza al acecho, pudiendo detectar a las presas desde el interior de la cueva, ya que posee un sentido del olfato muy desarrollado. Es muy territorial y suele vivir durante toda su vida en el mismo agujero, aunque puede abandonarlo si se ve molestada o se siente en peligro.

Aunque es una especie poco agresiva con el hombre, hay que tener mucho cuidado con su mordedura, ya que pueden ser graves especialmente si entra en contacto con la mucosidad que posee ciertas toxinas que pueden provocar peligrosas infecciones.

La morena se reproduce de Julio a Septiembre, cuando las aguas son más cálidas. Los huevos quedan a merced de las corrientes y miden unos 5 mm. Al nacer las larvas de morena poseen una longitud de 10 mm, estando a merced de las corrientes hasta que alcanza el estado juvenil, en el que buscarán una grieta en la que comenzará su vida sedentaria.

Es una especie muy frecuente en la costa granadina. Sin embargo la indeferencia que muestra hacia el hombre la hace presa fácil. Aunque no es un pez que se encuentre en peligro, si que debe controlarse su sobrepesca.