Conjunto de cristales cúbicos, que presentan desarrollo concéntrico o escalonado de las caras cristalinas, lo que indica un recrecimiento de los cristales.

La Halita es conocida vulgarmente con el nombre de Sal Gema.
Su nombre deriva del término griego "Halos", que viene a significar como sal de piedra o sal de roca.

La Halita presenta la siguiente composición (peso molecular de la fórmula empírica dividido por las sumas de los pesos atómicos de cada elemento para obtener el porcentaje de cada uno de ellos):

Es un mineral que aparece cristalizado en forma de cubos simples, donde son frecuentes los vértices redondeados y las caras cristalinas curvas o escalonadas. Tambien puede aparecer formando costras o masas granulares mas o menos compactas.

Es un mineral muy blando y frágil, perfectamente exfoliable en cubos, con tonalidades que varian entre traslúcidas, lechosas, incluso amarillentas o pardas, según el contenido de impurezas.
Es un mineral muy soluble en agua, es un óptimo conductor del calor y funde fácilmente. Tiene sabor salado, lo que la permite diferenciarse de otras sales de K o Mg, que tienen un sabor amargo.
Es un mineral alocromático, lo que significa  que adquiere diferente coloración o tonalidad, en este caso  según las impurezas que contenga o al tipo de radiación que reciba.

Tiene  un origen químico de tipo evaporítico, es decir, se forma por evaporación del agua de mar, en mares cerrados y bajo un clíma árido. Los depósitos de halita alternan con capas de otras sales, que precipitan simultáneamente, como yeso, anhidrita, sulfatos de potasio (K) y magnesio (Mg), silvina (ClK), etc.
En ocasiones estas capas de sal han quedado enterradas bajo gruesas capas de sedimentos arcillosos, a una cierta profundidad, lo que ha provocado que las capas salinas fluyan hacia arriba (dada la elevada plasticidad de las sales), penetrando en las capas superiores de sedimentos, originando lo que conocemos como DOMOS SALINOS.
La halita tambien se puede formar por sublimación directa de las emanaciones o fumarolas volcánicas.

En nuestra provincia podríamos describir infinidad de terrenos por los que discurren pequeños arroyos, charcas o manantiales que desecados por los calores estivales dejan un amplio rastro blanco, indicativo del contenido en sales. Así podemos destacar como depósitos salinos de cierto interés, las salinas de la Malaha (aun en explotación) y los de la Sierra de Loja.

Obviamente, la principal aplicación industrial de la halita, está en la industria alimentaria (sal). Pero también tiene utilidad en la industria química, como fuente de obtención del ácido clorhídrico, del sodio, o como base de preparación de la sosa. De ella se puede obtener tambien, como productos secundarios, potasio, cloro, bromo e iodo.